EL TODOTERRENO

La gente, en general, no suele valorar a los directivos, esas personas que se desviven por un club, que le dedican horas y horas, que se aislan de la familia para buscar recursos para que el club de sus amores crezca, y en la mayoría de casos sobreviva. No lo valoran.
No valoran que este trabajo sea de horario indefinido, que no distinga entre noche o mañana, festivo o no. Porque asi es el trabajo del directivo, esclavizante. Pero claro, este trabajo se hace porque es lo que te gusta y porque tienes un sentido de la responsabilidad que no paga el dinero. No hay jeque árabe ni magnatario  ruso que pueda pagar este trabajo, o mejor dicho, no puede pagar el amor con el que se hace.

Nos queda la segunda parte del trabajo

Termina la primera vuelta y los números del Becerril son excelentes, una barbaridad, algo casi insuperable, Es más, diría que ningún equipo ha hecho estos números en una primera vuelta anteriormente. 47 puntos de 51 posibles, cediendo sólo dos empates y con 43 goles a favor (8 menos que la temporada pasada) y 11 en contra (9 menos que la temporada pasada).

Miro la clasificación y echo la vista 5 temporadas atrás donde estábamos en segunda regional y alucino. Alucino porque es un sueño para un club tan humilde estar donde está. Y eso es gracias a una gran plantilla de buenas personas y jugadores ,  a un cuerpo técnico que hacen de técnicos y directivos y a unos directivos que buscan el crecimiento del club y el bienestar de sus jugadores.

Pero para todo hay un “pero”, y es que todavía queda la segunda vuelta de la competición. 17 finales en las que habrá que luchar, trabajar y tener algo de suerte para lograr el ilusionante objetivo. Y enfrente tendremos 17 equipos que nos querrán batir, que querrán acabar con nuestra imbatibilidad, por lo que no será nada fácil.