Nunca me he considerado una persona supersticiosa en lo que
respecta a mi vida en general, (cruzar los dedos en ocasiones que no quiero que
pase algo que me disgusta y poco más) pero en temas futbolísticos si lo soy, y
hay anécdotas que hacen que lo siga siendo.
En Mayo de 2007, mientras trabajaba como vigilante de
seguridad en un centro de menores, decidí comprarme una psp (playstation
pocket) para hacer mis noches en vela más llevaderas. Con esta mini consola
jugábamos en red varios compañeros, consiguiendo que durante el turno de noche
no nos entrara el sueño. Bueno, pues el tema es que me dirigí al Media Markt
del CC 7 Palmas para comprarme la mencionada consola. Una vez allí, al
preguntar al vendedor, éste me comenta que la consola sólo está en los colores
blanco y rosa, no estando disponible en negro que es el color que buscaba.
Descartando el rosa por razones obvias, me decanté por el blanco (un color no
de mi agrado debido a ser el color del Real Madrid, club antágonico al
preferido por mí, que es el Barcelona).
Esa misma noche comenzó la “maldición”. El Barcelona disputaba el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey ante el Getafe. Los azulgranas venían con una cómoda renta de la ida, en donde habían derrotado al cuadro azulón por el resultado de 5-2. Prueba de ello es que el mister azulgrana (Rijkaard) decidió reservar a Messi. Nadie pensaba en otra cosa que no fuera la clasificación del cuadro culé para la final.
Ese día el Barcelona cayó derrotado por el resultado de 4-0,
y quedaba apeado de la final de la Copa del Rey.
En las semanas posteriores el Barcelona dilapidó una
diferencia de 6-7 puntos con respecto al Real Madrid en la liga, perdiendo
dicho título, yendo éste a las vitrinas del Santiago Bernabeu.
Año 2016. El Barcelona, que en la temporada anterior había
logrado el triplete, llega al mes de Marzo clasificado para la final de la copa
del Rey, clasificado para los cuartos de final de la Champions League y con 10
y 12 puntos de ventaja en la liga con el Atlético de Madrid y Real Madrid
respectivamente.
Y es entonces cuando un amigo decide hacerme un regalo de
manera desinteresada. Se trataba de reloj comprado por internet y que no le
había costado ni un solo euro, debido a un error. Dudé en aceptarlo, y todo
porque era de color blanco. Me recordó a la anécdota del 2007, pero pensé: ¡Qué
coño, con la diferencia de puntos que lleva el Barcelona y el estado de forma
en el que está, nada malo puede pasar!
Al poco tiempo, los azulgranas se dejaban dos puntos en el
Madrigal ante el Villarreal tras desperdiciar una diferencia de dos goles.
Seguidamente perdieron el derbi ante el Real Madrid en el Camp Nou.
Entre semana se disputaba el partido de ida de los Cuartos
de Final de la Champions ante el Atlético de Madrid. Tras finalizar la primera
mitad con el resultado de 0-1 favorable a los rojiblancos tomé una decisión.
Cogí el reloj, abrí la ventana de la sala en la que estaba viendo el partido, y
lo lancé a un pequeño solar adyacente al edificio en el que vivía. Me fijé bien
donde caía por si necesitaba recuperarlo…
En la segunda mitad el Barcelona logró remontar el
encuentro, venciendo por el resultado de 2-1. Al día siguiente el Real Madrid
caía ante el Wolfsburgo por el resultado de 2-0. Creía que me había quitado la
maldición de encima, iluso de mí.
El fin de semana siguiente los azulgranas caían en Anoeta
frente a la Real Sociedad, recortando su diferencia de puntos a 3 y 4
respectivamente. No contento con tanta desgracia, los azulgranas eran
eliminados por el Atlético de Madrid en cuartos de Champions y seguidamente
caían en liga ante el Valencia por el resultado de 1-2. Si querían ganar la
liga ya no se podían permitir más tropiezos, y aún quedaban 5 encuentros por
disputar.
Y ahí tomé la decisión que cambió la dinámica del cuadro
culé (aunque algunos pensarán que estoy mal de la cabeza…).
A la mañana siguiente de caer ante el Valencia me dispuse a
recuperar el reloj y alejarlo lo más posible de mi casa. Bajé hasta el solar,
revolví entre la maleza, y allí estaba el reloj, manchado de barro pero
funcionando correctamente. Lo llevé hasta mi casa y le dije a mi mujer :
¿Tienes algún compañero de trabajo que sea del Real Madrid? A lo que ella me
respondió que sí. Pues toma este reloj y se lo regalas. Y así lo hizo.
Curiosamente, el Barcelona a partir de ese momento venció en
sus restantes 5 partidos de liga, anotando 24 goles, no encajando ninguno y
llevándose el título de liga.
Parece una locura, o una coincidencia. Lo que sé es que a mí
me funcionó. Uno que es supersticioso.
Y aquí estoy esperando que el club catalán me dé las gracias…
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