No es el más técnico, ni el más táctico, ni el más fuerte,
ni el más alto. Quizás tampoco sea el más resistente, ni el más rápido, ni el
que más salta. No es el que más llama la atención por su juego, seguro que
nadie se fija en él. Nadie dice: “a éste lo fichaba yo” o “¡Qué gran jugador!”.
Pero saben lo que les digo: Lo quiero en mi club y para mí es imprescindible.
No se ha ido y ya le echo de menos, pero ¡Qué le vamos a hacer!,
los estudios son lo primero y esto es sólo un club de fútbol de regional. Me
tranquiliza saber que algún día volverá, sabe que tiene las puertas abiertas de
este club porque se lo merece.
Ahora mismo es el jugador más veterano de la plantilla (no
en edad, sino en temporadas perteneciendo al club), acumula cinco temporadas consecutivas . Seguro que cuando llegó no pensó que duraría
tanto aquí, pero se lo ha merecido.
Nunca ha sido imprescindible para ningún entrenador, nunca
ha sido el más valorado, sus minutos no se corresponden con su valía (es mi
opinión), pero él jamás se ha quejado, o quizás sí, pero siempre desde el
respeto, acatando las decisiones del entrenador y sin perjudicar con sus
actitudes al club que representa.
Le quedan tres partidos defendiendo los colores verdiblancos
del Becerril, y a buen seguro que tendrá una despedida como se merece, bueno,
será un hasta luego.
Jugador de perfil bajo, jugador de club, jugador que hace grupo, que hace piña, que respeta a sus compañeros, que nunca tiene una palabra más alta que otra, que apoya a su equipo en los buenos y en los malos momentos, que me levanta el ánimo cuando estoy decaído, jugador total y mejor persona.
Recuerdo un día de la segunda temporada de él en el equipo,
cuando me llama el presidente y me dice: “El Repe se va”. Que mal me sentí en
aquel momento. No estaba disputando muchos minutos e imagino que como a todo
joven futbolista lo que le gusta es jugar. Seguidamente le llamé y le dije: “Tú
no te vas. Se puede ir cualquiera menos tú”. Y no lo dije por compromiso, o por
quedar bien, lo dije porque lo sentía y sabía que si se iba dejaría un vacío
tremendo. Y no me equivocaba.
En estos cinco años ha vivido momentos amargos como un
descenso y un no ascenso todavía más frustrante, pero ese día negro él me dio
ánimos.
Ha aguantado lo que nadie, ha jugado no estando en las
mejores condiciones físicas, nunca ha dado un no por respuesta cuando se le ha
necesitado y todo por ayudar al club, a su equipo y a sus compañeros, y para mí
eso es lo máximo.
Yo amo a mi club, sufro como el que más, discuto y vocifero
como un hooligan, no acepto la desidia ni el inconformismo. No me gustan los
vagos, los que se arrastran, los que no sudan la camiseta, los que no sufren en
las derrotas, los que no lo viven como es debido, los que estafan a los que dan
la cara por él y los que sólo piensan en sí mismos. No los soporto, pero saben
que les digo, Repe es la antítesis de esto. Es humilde, serio, trabajador,
comprometido, buen compañero y dignifica el escudo del Becerril como nadie.
Y lo hace sin ser el
que más juega, quizás sea el que menos, por eso su actitud es tan loable y tan
de admirar.
No conozco a nadie que hable mal de él, y no me extraña. Se
deja querer y aquí tendrá siempre un amigo para lo que le haga falta.
Siempre podrá decir que jugó una promoción de ascenso, y no
muchos han disfrutado de este privilegio. Este año soñaba con que disputara
otra, pero parece ser que no va a ser posible. Una pena, habría sido un gran
broche a esta etapa con nosotros.
En el último partido apenas pudo jugar, pero desde fuera lo
veía animar a sus compañeros, les alentaba para que consiguieran una victoria
vital para las aspiraciones de los verdiblancos, pero ésta no se produjo. Su
cara de decepción al finalizar el encuentro era de las más duras de ver, y yo
lo sentí mucho, se merecía un mejor final.
La temporada que viene nos seguirá desde Italia, y seguro
que sufrirá como el que más y se alegrará si las cosas salen bien. Y volverá,
claro que volverá, y tendrá su ficha guardada porque jugadores como él y
personas tan nobles siempre tendrán cabida en mi club. Esas galopadas por la
banda derecha, cogiendo la rotonda (él sabe a lo que me refiero)…..
Se te quiere Repe. Un abrazo.
Grande Repe
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