martes, 9 de abril de 2013

Mi segundo amor



Corría el mes de Mayo-Junio del año 2004 y yo no lo podía imaginar, pero unas palabras de mi madre me iban a cambiar radicalmente mi vida: “Aridane, (nombre con el que me conocen en mi familia) esta tarde van a hacer una reunión en la Asociación de Vecinos para crear un club de fútbol en el barrio”. Yo hacía más de diez años que no practicaba este deporte y la verdad es que no me motivaba mucho la idea, pero decidí asistir a dicha reunión.
El encargado de dirigir la charla era Eusebio Martín, el que iba a ser el entrenador que dirigiera al equipo de categoría regional. Al finalizar la charla decidí que quería formar parte de este equipo, de este club. Se había creado el CD San Pablo Becerril.
Primera alineación oficial ( Santidad-Becerril)
A principios de Agosto comenzaron los entrenamientos del cuadro verdiblanco, compartiendo estadio con el vecino de al lado, el UD Atalaya. En un principio no fuimos bienvenidos a sus instalaciones, pero bueno, ellos pensaban que esta aventura sólo duraría un par de meses, total, éramos un grupo de “mataos”. Lo que ellos no sabían es que el director de la nave era una persona con una paciencia infinita para aguantar a un grupo de chicos con personalidades, en su mayoría difíciles de congeniar.
Con múltiples dificultades (algunas veces no teníamos campo de entrenamiento y realizábamos los entrenamientos en la cancha del barrio) comenzó la andadura del equipo en la segunda categoría del fútbol regional.

Tres derrotas en los tres primeros partidos del campeonato hicieron tambalear el proyecto, junto con algunos altercados que dejaban el nombre del equipo, del club y del barrio a la “altura del betún”. Pero ahí estaba Eusebio para dar calma. Y así comenzaron a llegar los buenos resultados deportivos.
1ª de la Historia de Becerril (Torneo M.Alta)
El equipo terminó en tercera posición de la tabla clasificatoria tras realizar una gran campaña, obteniendo el ascenso de categoría.
Recuerdo que Eusebio daba oportunidades a todos, dependiendo de la calidad del rival. En algunas ocasiones se dirigió a mí para decirme que iba a jugar, pero mis respuestas siempre eran las mismas: “Pon a otro que juegue mejor que yo, lo importante es ganar”. Y era la verdad, no me importaba no jugar, lo que quería era que el equipo ganase, y si con otro jugador había más posibilidades, pues bien.
Eusebio dirigió al equipo la temporada siguiente en la primera categoría del fútbol regional, obteniendo un meritorio octavo puesto. Yo ya había dado un paso al costado, pasando a realizar funciones de delegado.
En la temporada 06/07 se produjo mi peor momento personal en el club, siendo el motivo la destitución del cargo de entrenador de una de las personas que habían hecho que este club existiese, amén de haber sido como un segundo padre para mí en estos dos años y medio, dándome la posibilidad de conseguir un trabajo, el cual me dio de comer unos 6 años.
Partido en Moya (1ª Regional)
Recuerdo ese día como si fuera ayer, todavía no me perdono esa situación, porque aunque era un tema deportivo (yo ejercía como directivo esa temporada), la parte sentimental estaba muy arraigada. Su testigo lo cogería Juan Orihuela, el que hasta ese día era su segundo.
Con Juan el equipo realizó una gran segunda vuelta de campeonato y finalizó en octava posición. Éste estaría media temporada más, realizando una primera vuelta de campeonato muy meritoria, pero unos problemas con algunos jugadores sumados a una mini-racha de resultados negativos hicieron que Juan tomara la decisión de dejar el club.


De Juan sólo tengo buenas palabras, técnico de la vieja escuela, con métodos quizás anticuados, pero responsable, serio, comprometido y con una personalidad que infundía respeto.
Alineación el 2ª Regional
Con la dimisión de Juan el club tanteó la posibilidad de contratar a Tito Díaz, que en esos momentos era el entrenador del UD Guía en categoría juvenil, no produciéndose un acuerdo ya que éste quería triunfar en ese club. Esta circunstancia derivó en la contratación de Juan Manuel Tacoronte. El equipo entró en barrena, no ganaba ningún encuentro y salvó la categoría in-extremis.
Entonces el club tomó la decisión de contratar como técnico a un ex jugador del club que acababa de obtener el título de entrenador. Francis Santana cogió una plantilla remodelada en la que sus mejores jugadores habían emigrado a clubes de categoría superior, formando una plantilla con muchos jugadores noveles en la categoría.


Tras realizar una temporada aceptable y estar a falta de 5 jornadas bien situados para salvar la categoría, un bochornoso arbitraje unido a una gravísima decisión de la FIFLP, derivaron en la consecución de 1 punto sobre 15 posibles, y el descenso a la segunda categoría.
Pero la temporada siguiente mi decepción fue aún mayor. Tras un inicio titubeante, los verdiblancos realizaron un fin de temporada impecable, llegando al último partido de la competición dependiendo de sí mismos. Una victoria frente al filial del Moya les daría el ansiado ascenso. Las lesiones en defensa, unidas a una plantilla fundida en lo físico y un rival primado por uno de los aspirantes al ascenso derivó en un encuentro que finalizó con el resultado de empate a 3 goles, quedando cuartos clasificados y fuera del ascenso.
Alineación antes del partido frente al Costa Ayala
Ese día estaba hundido, no tenía consuelo posible. Lo veía tan cerca y lo necesitábamos tanto que este desenlace me desilusionó como nuca antes me había sentido. Pero el destino me tenía reservado una sorpresa. La desaparición de un club de categoría superior hizo que la FIFLP nos propusiera coger la plaza de éste, a lo que no puse reparos. Francis Santana había dimitido y el equipo pasaba a ser dirigido por Fernando Rodríguez. Se remodeló en un 80% la plantilla, con mucha gente joven con ganas de agradar.


Con Fernando en el cargo han llegado los mejores momentos deportivos, una sexta posición en su primera temporada y el segundo puesto y la posibilidad de disputar la promoción de ascenso en su segunda han puesto en el mapa futbolístico de la isla a este humilde club de barrio.
Primera Reunión con Fernando y Javi
En ésta, su tercera temporada, el equipo está clasificado en octavo lugar a falta de seis jornadas para finalizar la temporada. Una derrota frente a nuestro vecino y rival Atalaya nos ha apartado casi con toda seguridad de poder aspirar a repetir la promoción de la temporada pasada. Esa derrota me dejó tocado, pero luego pensé: Con todo lo que ha pasado este club, los malos momentos, entrenar en una cancha, aguantar a los que no creían que duraríamos tanto, el descenso, el no ascenso…… Es para estar orgullosos de lo conseguido.

En estos nueve años he pasado situaciones buenas, malas y regulares, pero como decía mi gran amigo Juan José Caballero: “En el fútbol,  lo que queda al final son los amigos”. Y tiene razón. He hecho infinidad de amigos y conocidos, he aprendido a saber perder y saber ganar, he crecido como persona… miro la vista atrás y estoy feliz y orgulloso de lo logrado. Todo esto no habría sido posible sin el gran presidente con el que cuenta el club, Francisco Gil, más conocido como Paco Pichín, que se ha dejado la piel en su negocio para hacer de este club un club respetado y querido, y vaya si lo ha conseguido. Tampoco me quiero olvidar de Pancho, el único que junto conmigo ha estado en este club desde su fundación. Y por supuesto a entrenadores y jugadores que han pasado por el club y que han defendido y defienden el escudo con honor y compromiso.
Capitanes y Directiva tras ganar el trofeo Pedrín Cruz





Para finalizar, mencionar a Eusebio Martín y Mario de la Santa, ya que ambos están reflotando la cantera verdiblanca en estos dos últimos años. Jamás les estaré lo suficientemente agradecidos por su gran labor.
Y esta es la historia de mi club, mi pasión, mi segundo amor. Junto a mi familia es lo que me da la vida. Y todo se lo debo a mi madre. Ay si ella no me hubiera dicho nada…..


4 comentarios:

  1. Que gran relato en primera persona, Mario, resumiendo perfectamente la corta pero intensa historia del BECERRIL, sabes que siempre estaré agradecido a esa apuesta que hicieron por mi cuando sólo entrenaba al juvenil del UD GUÍA, aunq termine esa campaña dirigiendo al primer equipo. GRACIAS y seguro que en el futuro nuestros caminos se encontraran, un abrazo para ti y un saludo a toda la familia del Becerril.
    (Tito Díaz).

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    1. Muchas Gracias Tito. Sabes que aunque no hayas formado parte directamente del club, tu ayuda ha sido muy importante para el buen funcionamiento del mismo. Siempre te estaremos agradecidos. Un abrazo

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  2. Uno de mis mejores años futbolisticos los pase vistiendo los colores verdiblanco, no por lo deportivo sino por lo personal, como dice mi amigo Mario, tuvimos un inicio dificil, no por las derrotas, sino en general, casi nadie apostaba por nosotros e iban al estadio a ver nuestros partidos solo para ver si habian follones, al final esa gente venia para simplemente apoyar a un equipo de barrio o por ver un partido de futbol...yo siendo del Barrio de La Atalaya, mucha gente me preguntaba que por que iba a jugar en ese equipo de "mataos"...pues me atrajo el proyecto de las personas que lo crearon, muchos con los que compartia vestuario eran amigos o habiamos coincidido en la base de la UD Atalaya, pero lo mas que me convencio fue que su entrenador iba a ser Eusebio, y donde este Eusebio alli estare yo...en fin, poca gente creyo en este club y ya va para 10 años de historia, felicidades Mario por el blog y animo al CD Becerril...sigan asi

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    1. Muchas gracias Dailos. Quién nos iba a decir que lueho seriamos compañeros de trabajo y forjariamos una gran amistad. Esto es lo bueno del fútbol, que conoces a gente maravillosa.

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